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  • Foto del escritorVUELTA

Anuncios en Netflix

Netflix ya ha confirmado que pondrá a disposición de los consumidores un nuevo plan de suscripción más barato que les mostrará anuncios. De momento, estos tendrán una duración de alrededor de 20 segundos, aunque podría cambiar en el futuro. Se administrarán en unas dosis que, en principio, parecen razonables por un precio inferior (5,49€): 5 minutos por cada hora de contenido. Aunque este no es el único inconveniente que encontrarán sus usuarios, ya que la calidad de reproducción alcanzará un máximo de 720p. Para alguien que utiliza la plataforma desde la tablet o el móvil esto quizá carezca de importancia. Sin embargo, aquellos que buscan calidad en una pantalla grande quizá deberían optar por un plan superior. En la siguiente imagen podemos observar cómo influye en la percepción el tamaño de la pantalla y la distancia a la misma. Por si, a lo mejor, con mover el sofá a alguno le basta.






















Tal y como contábamos en una de nuestras anterior publicación sobre los problemas del marketing de inclusión, esto sucede en un contexto de cierta saturación en el mercado (después de un crecimiento continuado, en el segundo trimestre de este mismo año perdía casi un millón clientes) y, por tanto, de búsqueda por parte de Netflix de aumentar los suscriptores.


La idea presumiblemente funcionará, aunque a la larga se sufran algunas consecuencias. La más evidente es el aumento del contenido publicitario. En una primera fase, la publicidad no será invasiva con el objetivo de atraer más usuarios e inversores. Si los resultados son buenos, se justificará un mayor precio de los espacios publicitarios. En esta dinámica de aumento de beneficios parece probable el incremento gradual de comerciales. Pero, claro, los planes de suscripción no son compartimentos estancos; están conectados unos con otros. Donde uno limita comienza el siguiente. Es el acicate para que el usuario apueste por el siguiente plan disfrutando de las mejoras o, para este caso, evitando las molestias que ofrece respecto del anterior o los anteriores. Esto nos lleva a pensar que la publicidad acabe filtrándose a algún otro plan en modalidades menos intrusivas: no es lo mismo un vídeo que un banner, ¿verdad?


En cualquier caso, hay que ir acostumbrándose porque la publicidad ha llegado para quedarse en las plataformas de streaming. Disney + ha anunciado su nuevo plan que incluirá anuncios en sus contenidos y que viene acompañado de una subida general de precios. HBO, por su parte, hizo lo propio y actualmente es una realidad en Estados Unidos. Pronto lo será también en Europa para desgracia de los clientes al otro lado del charco. Habrá que acostumbrarse.


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